Piazza Barberini

La plaza ocupa el área del antiguo circo de Flora, donde, en el mes de mayo, se desarrollaban los juegos florales para celebrar la primavera. Situada en una hondonada y habitada ya en los primeros siglos del Imperio Romano, se enriqueció con villas y jardines durante el siglo XVI y adquirió el carácter de espacio urbano con la apertura de la Strada Felice (la actual Via Sistina). Entre la última década del siglo XIX y la primera del siglo XX adquirió un aspecto moderno gracias a la apertura de Via Veneto y de Via Regina Elena (actual Via Barberini), convirtiéndose en uno de los centros neurálgicos de la ciudad.

Una espectacular fuente, la Fuente del Tritón, realizada por Gian Lorenzo Bernini (1632-37) por encargo de papa Urbano VIII Barberini, está ubicada en el centro de la Plaza (cuyo nombre proviene de Palacio Barberini). El Tritón, sentado con el busto erguido en el centro de una enorme concha,  se representa con piernas escamosas de monstruo marino; el dios se yergue imponente, con la cabeza doblada hacia atrás, mientras sopla a través de una caracola de la cual sale el agua que baña toda la fuente. La fuente se considera expresión de la nueva concepción barroca del espacio. De hecho, la parte escultórica de la fuente incluye completamente y se fusiona con la misma estructura arquitectónica: la concha sobre la cual se coloca el Tritón constituye precisamente la parte superior de la fuente, mientras cuatro delfines con colas trenzadas, entre los cuales se encuentran los escudos papales con las abejas (símbolo heráldico de la familia Barberini), forman la base de la escultura.

Otra fuente fue realizada por el mismo Bernini en Piazza Barberini, más pequeña y para uso de los viandantes: conocida como Fuente de las Abejas, inicialmente fue colocada en la esquina con la calle Sixtina mientras actualmente se encuentra al comienzo de Via Veneto.