Campidoglio - Piazza Venezia

Por la densidad de los sitios arqueológicos así como por los museos, la parte situada entre el Campidoglio y la Piazza Venezia es una de las más visitadas de la ciudad. Entre ellos, el Foro Romano y los Foros Imperiales, lugar político, jurisprudencial, religioso y también económico de la antigua ciudad de Roma, el Palacio Senatorio, el Palacio de los Conservadores, el Palacio Nuevo y el Vittoriano.

Con su ubicación por encima del Capitolio, la Plaza del Campidoglio es el maravilloso testimonio de la genialidad de Miguel Ángel Buonarroti.

En 1536, el Emperador español Carlos V visitó Roma. Al ver el gran abandono de la misma, el célebre arquitecto, escultor y pintor florentino recibió el encargo de reconstituirla en su totalidad, y empezó con la realización de un refinado podio destinado a la estatua ecuestre de Marco Aurelio, emplazada en el centro de la colina en el año 1537.

El año 1546, Miguel Ángel remodeló la fachada del Palacio Senatorio y del Palacio de los Conservadores para comenzar la realización del Palacio Nuevo que, con los otros dos edificios, desde el año 1471 representa el núcleo de los Museos Capitolinos, el museo estatal más antiguo del mundo. El Museo, que nació por la donación del Papa Sixto IV al pueblo romano de un grupo de esculturas de bronce conservadas en el Laterano, hoy alberga obras que provienen de las excavaciones de Roma, del Vaticano o expresamente compradas. En los últimos años del siglo XIX, las colecciones aumentaron considerablemente gracias a las excavaciones que se realizaron para la realización de barrios enteros de la ciudad convertida en Capital de Italia.

Por la parte sur de la colina se sitúa la Rupe Tarpea, la gran pared rocosa desde la que se arrojaban los sentenciados a muerte en la antigua Roma al Foro Romano.

Pequeña anécdota: en la Colina Capitolina se erigía el Templo más relevante de la antigua Roma, en honor de la Tríada Capitolina constituida por Júpiter, Juno y Minerva. Hay una leyenda que dice que debajo del templo se esconde un tesoro de valor incalculable, aunque hasta hoy, a pesar de las búsquedas y excavaciones practicadas en la zona, no lo han recuperado.

Recostada en el lado este del Vittoriano, sobre la parte más elevada del Campidoglio se erige la majestuosa Basílica dell'Ara Coeli; de la cima de su escalera se aprecia una magnífica mirada de Roma hacia las cúpulas de Sant'Andrea della Valle y de San Pietro. La Basílica tiene su máxima notoriedad por la escultura del Santo Niño que, por tradición, fue esculpida en la madera de los olivos del Monte de Getsemaní. Al Niño, muy adorado por los romanos, se le atribuyeron virtudes prodigiosas, por ejemplo la de revivir a los difuntos y sanar a los enfermos más graves.

En la parte baja de la Basílica se situa la Insula dell'Ara Coeli, un condominio romano antiguo de casas de alquiler.

Entre la Plaza del Campidoglio y la Plaza de Venecia, el lazo de unión ideal lo constituye la Cordonata: un auténtico concentrado de memoria histórica con obras de distintas edades.

La Piazza Venezia, que es una puerta de acceso privilegiada a las maravillas de Roma, se inserta entre Via del Corso y Via dei Fori Imperiali y adquiere su nombre del Palacio del siglo XV, obra del cardenal Pietro Barbo, y que fue regalado a la República de Venecia que lo declaró sede de su Embajada, y por eso hoy en día se llama Palazzo Venezia.

Este edificio incluye el Instituto Nacional de Arqueología e Historia del Arte y el Museo Nacional del Palacio Veneciano, donde se conservan obras de diferentes estilos y períodos.

En parte del edificio se inserta la Basílica de San Marco, y en su exterior se erige el busto de "Madama Lucrezia", una de las más célebres estatuas hablantes de Roma.

La forma que tiene actualmente la Piazza Venezia es el resultado de la restauración de la zona a finales del siglo XIX y principios del XX para crear el hermoso Monumento a Víctor Manuel II que, curiosamente, suele identificarse con una máquina de escribir o simplemente con un pastel de novia. El monumento, ideado por Giuseppe Sacconi y conocido también como el Altar de la Patria, se inició el año 1885 y fue completado por Gaetano Koch, Manfredo Manfredi y Pio Piacentini el año 1911. Así, con su arquitectura, supone un ascenso ideal en el que, entre escaleras y terrazas, enriquecidas con complejos escultóricos y bajorrelieves, sube hasta el imponente pórtico con columnas, presidido a su vez por los carros de bronce, que representan la Unidad de la Patria y la Libertad. Es en 1921 que el cuerpo del Milite Ignoto (Militar Desconocido)fue sepultado en la cripta diseñada por Armando Brasini. En el Vittoriano se hallan el Museo Centrale del Risorgimento que custodia preciados testimonios sobre los personajes y los eventos que determinaron la unificación y la independencia del País, y el Sacrario de las Banderas, que atesora las banderas de los sectores del Ejército Italiano.

Por otro lado, en la Piazza Venezia se encuentra el Palazzo Bonaparte, lugar donde vivió "Madame Mère", la madre de Napoleón Bonaparte, Maria Letizia Ramolino Bonaparte, del año 1818 hacia su muerte. Por su particular balcón verde, Letizia Bonaparte miraba el ajetreo de las carrozas y la vivencia de la ciudad. La refinada bóveda del palacio, decorada con las inscripciones "Bonaparte", constituía la torreta más apreciada por los nobles, que se deleitaban al crepúsculo con una espléndida vista del centro de la ciudad y con la saludable brisa del atardecer. Este espléndido edifico es ahora un privilegiado lugar dedicado al arte y a la cultura.

Se recomienda también visitar la cercana Piazza Margana, una joyita escondida en la Roma medieval.