Piazza del Popolo

Monumental y elegante, la plaza está situada en la parte más alta del punto en el que se unen Via del Babuino, Via di Ripetta y Via del Corso, las tres arterias principales del centro histórico de Roma.

La urbanización de la zona se inició hacia mediados del siglo XVI, con la realización de la primera fuente, fuente del Trullo, diseñada por Giacomo Della Porta, que actualmente se encuentra en la Piazza Nicosia, y la colocación sucesiva del Obelisco Flaminio, de 24 m de altura, llevado del Circo Máximo por orden de Sixto V en 1589; fue el primer obelisco en ser transportado a Roma, en la época de Augusto, para perpetuar su conquista egipcia.

La fachada exterior de la actual Porta del Popolo (la antigua puerta Flaminia) fue encargada por el papa Pío IV a Miguel Ángel, quien pasó el encargo a Nanni di Baccio Bigio, que completó la obra entre 1562 y 1565. “Felici faustoque ingressui MDCLV" (Por una entrada feliz y auspiciosa): este es el mensaje que Bernini esculpió en la fachada interior, querida por el Papa Alejandro VII, con motivo de la llegada a Roma, en 1655, de la reina Cristina de Suecia.

Durante el siglo XVII, se construyeron las dos iglesias gemelas, Santa Maria in Montesanto, también conocida como “Iglesia de los Artistas”, y Santa Maria dei Miracoli, proyectadas originariamente por Carlo Rainaldi, y ambas posteriormente completadas por Gian Lorenzo Bernini en colaboración con Carlo Fontana. Las iglesias fueron diseñadas como dos construcciones simétricas, pero, a causa de problemas de espacio, muestran planos distintos y cupulas diferentes, octagonal para la de Santa Maria dei Miracoli y dodecagonal para la de Santa Maria in Montesanto. A pesar de ello, vistas desde la plaza, y por un efecto óptico puro, las dos iglesias parecen idénticas.

En el lado opuesto de la plaza, se levanta la espléndida Basilica di Santa Maria del Popolo, que se remonta al siglo XV, enriquecida y modificada a lo largo de los siglos por la intervención de numerosos arquitectos y artistas. En su interior acoge obras maestras extraordinarias: la Capilla Chigi, realizada sobre proyecto de Rafael de 1513, completada entre 1652 y 1656 con la intervención de Gian Lorenzo Bernini; la Capilla Cesari que acoge la Crucifixión de San Pedro y la Conversión de San Pablo, obras de Caravaggio; el retablo que representa la Asunción de la Virgen de Annibale Carracci y la Capilla Della Rovere, construida por el arquitecto Andrea Bregno, entre finales de siglo XV y principios del siglo XVI, decorada con magníficos frescos atribuidos a Pinturicchio y a su taller. La leyenda cuenta que en el Cerro degli Ortuli, donde la basílica fue construida, se encuentra la tumba maldita de Nerón, el emperador muerto suicida, cuyas cenizas fueron enterradas en una urna de pórfido bajo un nogal. Cerca del altar mayor de la iglesia se pueden admirar los bajorrelieves que recuerdan el acontecimiento. 

Tras una nueva ordenación urbanística, proyectada por el arquitecto Giuseppe Valadier a principios del siglo XIX, la nueva Piazza del Popolo se presenta como una gran elipse alrededor del obelisco egipcio, enriquecida y enmarcada por esculturas, jardines y fuentes. Al centro de la plaza, se yergue la Fuente de los Leones, también diseñada por Valadier, que reemplaza la fuente del siglo XVI de Della Porta y se desarrolla alrededor del obelisco Flaminio. Consta de cuatro cuencos redondos de travertino, coronados por leones de mármol blanco de estilo egipcio, de cuyas bocas brotan los chorros de agua.  

En el centro del hemiciclo oriental se encuentra la Fuente de la Diosa Roma adornada por un imponente grupo escultórico constituido por una estatua de la diosa armada, flanqueada por dos estatuas que simbolizan el Tíber y el Aniene (los dos ríos de Roma) y a cuyos pies yace la loba amamantando a los gemelos. Detrás, se sitúa el parque del Pincio, el espléndido paseo urbano, desde cuya terraza se puede admirar una espectacular puesta de sol.

Exactamente en el centro del hemiciclo opuesto, se encuentra el extraordinario grupo escultórico que adorna la Fuente de Neptuno: una estatua de Neptuno con el tridente en la mano derecha, a cuyos pies se colocan dos tritones con delfines, domina una enorme bañera de travertino de forma semicircular, sobre la cual se apoya una concha grande que recoge el agua vertida de un pequeño cuenco en la parte superior. Ambas fuentes de los hemiciclos fueron diseñadas por Valadier y esculpidas por Giovanni Ceccarini.  

La estructura de la plaza se completa con las dos fuentes sarcófago, colocadas en sustitución de un bebedero y un lavadero, que hasta el siglo XVIII dieron un aspecto rural a la zona. La fuente adosada a la iglesia de Santa Maria del Popolo, lleva el retrato de dos cónyuges y se remonta a mediados del siglo III a.C.; la otra, que se sitúa cerca del cuartel opuesto "Giacomo Acqua", ya de los guardias papales, presenta una decoración con un sólo personaje masculino togado, probablemente realizada en el último cuarto del mismo siglo.

Hasta el siglo XIX, la plaza fue uno de los lugares donde se llevaron a cabo ejecuciones capitales a manos del famoso verdugo Mastro Titta. Como recuerda la placa colocada en 1909 en el antiguo cuartel, aquí fueron guillotinados los dos carbonarios Angelo Targhini y Leonida Montanari, “reos de crimen de lesa majestad y herimiento peligroso” (“rei di lesa maestà e ferite con pericolo”).

Representación del mecenazgo papal del Renacimiento, antigua sede de juegos, ferias y espectáculos populares, Piazza del Popolo es sin duda una de las plazas más famosas del mundo. Sus bellezas artísticas, sus cafeterías, sus tiendas y locales comerciales adyacentes, anteriormente frecuentados por personajes como Trilussa, Guttuso y Pasolini, la convierten en el emblema cultural de la “romanidad” y entrada panorámica al corazón de la capital.