Parque de la Caffarella

Parte integrante del Parque Regional de Appia Antica, constituye el acceso principal y privilegiado.

El valle la Caffarella, que se extiende sobre unas 190 hectáreas entre las Murallas Aurelianas, vía Latina y vía dell'Almone, toma su nombre de la principal finca histórica de la zona, la Casale della Vaccareccia del siglo XVI, con una torre medieval contigua, perteneciente a la familia de los Caffarelli que tenía aquí sus posesiones y que recuperó el territorio.

El parque, atravesado por el río Almone, un pequeño afluente del Tíber considerado sagrado por los antiguos romanos, cuenta con numerosos testimonios históricos y arqueológicos construidos a partir del siglo VI a.C. Entre ellas, tumbas, villas, torres y obras hidráulicas, como las Valche, torres con función de molinos, que datan del siglo XI y que, situadas cerca del río, permitían el procesamiento y lavado de tejidos.

El camino principal del Valle de la Caffarella presenta importantes valores naturalistas por sus elementos de biodiversidad y fue escenario de mitos y leyendas ligadas a la historia de Roma. Parece, de hecho, que, en época romana, el territorio perteneció a la familia de Herodes Ático (siglo II d.C.) que construyó allí su majestuosa villa, el Pago Tropio. El gran complejo incluye también el sugestivo Ninfeo de Egeria, el Sepulcro de Annia Regilla - ya conocido como Templo del dios Redicolo - en forma de pequeño templo y la iglesia de Sant'Urbano, un antiguo templo dedicado a Ceres, a Faustina y a Annia Regilla, esposa de Herodes Ático.

Desde la entrada por via Latina, en Largo Tacchi e Venturi, si se gira hacia la derecha, se llega a la via della Caffarella: un recorrido de poco más de 6 km que termina en la Appia Antica. A lo largo del camino se puede admirar el Casale della Vaccareccia, la Tumba de Annia Regilla y el río Almone. El recorrido termina en la Appia Antica, cerca de la iglesia Domine Quo Vadis?, construida en el lugar donde, según la tradición, Pedro, arrepentido, decidió regresar a Roma, donde fue crucificado, después de la aparición de Jesús.

Merece la pena visitar las numerosas Canteras romanas que se extienden a lo largo de muchos kilómetros bajo tierra en el valle de la Caffarella. De estos se extraía la puzolana en la época romana; hoy en día, se utilizan principalmente como granjas de setas para el cultivo de setas Pleus o los Champiñones más comunes.