Iglesia de San Lazzaro in Borgo

Un sitio poco conocido de la Edad Media: apretujada entre edificios modernos, la pequeña iglesia a los pies del Monte Mario se construyó en una calle lateral de la Vía Trionfale, que era el último tramo de la antigua Vía Francigena, donde se detenían los peregrinos que se dirigían desde el norte a San Pedro.

Hoy conocida como San Lazzaro in Borgo o San Lazzaro dei lebbrosi, su origen coincide, según la tradición, con los últimos años del siglo XII, con la dedicación de una iglesia a Santa María Magdalena por parte de un peregrino francés sanado de lepra. Al lado de la iglesia existía una taberna, un "hospitale", destinada a los pelegrinos. El cambio de nombre se produjo quizás en el siglo XV, después de que el hospicio se transformara en un lazareto, considerado el primero tanto en Italia como en Europa.

La ubicación de la iglesia a las afueras de las murallas también la convirtió en el escenario de ciertos rituales del pontífice y de su sede: se sabe que cuando el nuevo papa se encontraba fuera de Roma en el momento de su elección, se detenía en la pequeña iglesia donde se ponía las indumentarias pertinentes para luego encaminarse hacia San Pedro. Por otra parte, en este lugar los cardenales solían recibir a los delegados procedentes de otros países.

En el Saqueo de Roma de 1527, la iglesia registró importantes pérdidas y un decenio más tarde fue renovada gracias al sacerdote francés Domenico Gallison, de cuyo nombre (corrompido a Gargonza) existe una inscripción cerca del altar mayor. Desde las primeras décadas del siglo XIX, tanto la iglesia como el lazareto contiguo se abandonaron. Hoy en día no existe ningún resto de esta última, en cambio la iglesia ha sido restaurada en los años 70 y a comienzos del 2000.

El diseño de la iglesia es sencillo y austero, de estilo románico. La portada, con un pequeño campanario, está coronada por el blasón del Capítulo de San Pedro, un rosetón y dos ventanillas de una sola hoja. El interior, con paredes de ladrillo y piedra vista y un techo inclinado de madera, tiene tres naves, con columnas de edificios romanos. Los fragmentos de un fresco con la figura de Dios Padre y la inscripción "Salvator mundi salva nos" se preservan en el ábside. La representación de Santa María Magdalena situada sobre el altar lateral fue donada a la iglesia por la Confraternidad de Vignaioli en el siglo XVI.