Escondido de la vista de la ciudad desde las paredes del Lungotevere y de los plátanos frondosos, el antiguo puerto fluvial de Testaccio se desarrolla por 150 metros a lo largo del lado izquierdo del Rio Tíber.
Construido en el siglo I° después de Cristo tuvo un momento de gran reestructuración y desarrollo comercial con el emperador Trajano. El puerto se caracteriza por un muelle largo pavimentado con losas de travertino, que da acceso a dos filas de almacenes con vistas a un corredor criptoportico.
Las oficinas estaban ubicadas en un piso superior. Aquí llegaron los productos de todo el Mediterráneo que, desembarcados en los puertos de Ostia y Porto, estaban listos para ser distribuidos en la zona de toda la ciudad.
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