Rione XX – Testaccio

El Rione XX - Testaccio, ubicado en la orilla izquierda del Tíber y nacido el 9 de diciembre de 1921, representa la genuina alma popular de Roma. Por eso, romanos y turistas se encuentran en las diversas y típicas trattorias y degustan los exquisitos platos de la comida tradicional romana o se toman un buen cocktail con sus amigos entre los numerosos localitos de tendencia de la movida capitolina.

El nombre del rione se debe a Mons Testaceus, el "Monte dei Cocci", que se erige en las llamadas "testae", las ánforas, llegadas principalmente desde las provincias romanas más distantes, en las que se depositaban las provisiones o bebidas para los romanos, y que se vaciaban a millones y después se abandonaban y se destruían en esta área.

Pasada la Edad Media, este lugar dejó para siempre de ser un vertedero, y el Monte Testaccio fue escenario de actividades populares, como los clásicos juegos públicos, como el ludus Testacie (una especie de corrida de toros), o las conocidas "ottobrate romane" del siglo XIX, celebraciones al final de la vendimia.

Más adelante, a los pies de la colina, se desenterraron las cuevas, empleadas como bodegas y establos (los así llamados "grottini"), hoy convertidos en restaurantes y disco-pubs, populares lugares de encuentro entre jóvenes romanos.

En el rione, los sitios de mayor interés y los espacios de culto más relevantes son el Cementerio No Católico, y las tumbas con los restos de ilustres personalidades, artistas y poetas como John Keats, Percy Bysshe Shelley, el ya indicado Monte dei Cocci, un promontorio construido sobre los fragmentos de antiguas ánforas romanas con una altura de 54 metros y una amplitud de 1 kilómetro, la Pirámide Cestia, lugar de la antigua sepultura del pretor, tribuno de la plebe y representante del Colegio de Septemviri Epulones Cayo Cestio, realizada entre el 18 y el 12 a.C, Ponte Sublicio, el extenso puente (102) que enlaza Porta Portese con el rione Testaccio, la iglesia de Santa Maria Liberatrice, la iglesia parroquial del rione que el Papa Pío X consagró a la fama de la población romana, el Mattatoio (Matadero), que es en la ciudad uno de los edificios más importantes de la arqueología industrial por la modernidad y singularidad de sus estructuras, ahora lugar dedicado al arte y a la cultura contemporánea, la área arqueológica del Emporium, el antiguo puerto fluvial de Testaccio creado en el siglo I d.C., y que era por tanto uno de los principales puntos comerciales para el aprovisionamiento de toda la ciudad.Hasta aquí llegaban las mercancías producidas en todo el Mediterráneo, que se desembarcaban y repartían en los puertos de Ostia y Oporto, y luego se clasificaban en los mercadillos de la ciudad: vino, trigo, garum el cual consistía en una salsa de entrañas de pescado que se consumía como condimento y, especialmente, aceite.

El camposanto no es más que un gran espacio abierto dentro de las ruinas, que en invierno aparece tapizado de violetas y margaritas. Es posible que haga que alguien se enamorara de la muerte, pensando que se enterrará en un espacio como éste". Es la descripción que hizo Percy Byssie Shelley del cementerio no católico de Testaccio, un escenario poético y romántico donde la naturaleza, el arte y la belleza componen un rico y evocador tejido de reminiscencias del pasado. Desde el año 1716, este espléndido lugar está en uso. Se trata de un área monumental de carácter nacional que a partir del 1918 alberga unas 4.000 sepulturas, sobre todo británicas y alemanas, así como italianas, americanas, escandinavas, rusas, griegas y algunas orientales, pertenecientes a todas las religiones, que van desde el islam hasta el zoroastrismo, incluyendo el budismo y el confucianismo.

Límites: Lungotevere Testaccio, Piazza dell'Emporio, Vía Marmorata, Porta San Paolo, Viale del Campo Boario.

El escudo del rione consta de un ánfora en oro sobre fondo rojo.