San Carlos de Las Cuatro Fuentes

Entre las iglesias barrocas famosas por la belleza de los lugares que están en sus alrededores y por la grandeza de sus dimensiones, San Carlos de Las Cuatro Fuentes queda injustamente en el olvido.

Los Padres Trinitarios Españoles encargaron a Francisco Borromini la construcción de la iglesia y del convento. El arquitecto trabajó al proyecto en una primera fase durante 1638 y 1642, después continuó, hasta su muerte (1667) dejando el prospecto en construcción.

La fachada escenográfica, última realización del Borromini, presenta un curso concavo-convexo, con la estatua de San Carlos Borromeo en el centro, obra de Antonio Raggi. También el campanario reproduce el mismo estilo. Por su pequeño tamaño , los romanos llaman a la iglesia “San Carlito” : se dice que sea  grande como uno de los pilares de la cúpula de San Pedro.

El interior,de planta ovalada, es una de las primeras realizaciónes de Borromini y está dividido por un orden gigante de columnas de estilo compuesto. El entablamento se extiende para todo el perimetro y se curva en frente del ábside y de los sectores laterales curvilíneos, el resultado es una continuidad formal dedicada al pequeño espacio. La construcción está cubierta por una esplendida cúpula elíptica, elegantemente decorada por lacunarios de estuco de forma hexagonal, octagonal y cruces que se reducen hacia arriba dando la ilusión de una profundidad mayor. 

Cerca de la iglesia está  el claustro, maravillosa obra de armonía y proporción, de dos niveles con planta octagonal con ángulos convexos y un pozo en el centro que reproduce su forma.