Casino Massimo Lancellotti (en Villa Giustiniani Massimo)

El elegante Casino de dos pisos, construido a comienzos del siglo XVII por orden del Marqués Vincenzo Giustiniani, gracias al proyecto de Carlo Lambardi, tiene una logia con vistas al amplio jardín y representa un clásico de la arquitectura manierista tardía en Roma. Además, Andrea Giustiniani, hijo del marqués, embelleció mucho más la residencia al hacer insertar en las fachadas bajorrelieves y sarcófagos procedentes de la época romana, así como esculturas y estucos, siguiendo las tendencias de la época.

Con la venta de la villa realizada por Carlo Massimo el año 1802, el interior del Casino adquirió el carácter actual: las tres estancias de los pisos inferiores se pintaron al fresco dando lugar a imágenes de las mejores obras de Dante, Ariosto y Tasso. Son trabajos realizados para un grupo de pintores del Norte de Europa, llamados Nazarenos, no sólo por su forma de vivir, sino también, y quizás, por su larga cabellera y su barba desordenada, por lo que se parecían a Jesús de Nazaret. Como católicos de origen o adeptos de la religión católica, los Nazarenos eran refractarios al clasicismo académico y seguían el estilo de los grandes artistas anteriores, como Giotto, Raffaello y Michelangelo.

El Casino es el máximo ejemplo de su obra artística en Roma: un programa pictórico único por su creatividad y elegancia, un emocionante camino dentro de la literatura italiana. La Sala dedicada a Dante y a la Divina Comedia impresiona por el carácter de la descripción del Infierno, donde Dante y Virgilio son acompañados por Minos, por diablos con una apariencia inquietante y otros condenados notorios, tales por ejemplo, el conde Ugolino. En la Estancia de Ariosto, los combates entre los paladines y los musulmanes permiten rememorar las aventuras de Orlando Furioso, si bien no se puede obviar que Orlando descubrirá el amor entre Angélica y Medoro, y que perderá el juicio sólo para recuperarlo finalmente sobre la Luna. En la Sala Tasso figuran las escenas más líricas de la Jerusalem Liberada, que incluyen los padecimientos amorosos de Armida y Rinaldo, de Olindo y Sofronia y, principalmente, los de Tancredi y Clorinda.

Cuando murió el marqués Máximo, el Casino pasó a ser de su hermano Maximiliano y de su cuñada Cristina de Sajonia, la cual ordenó modificar varias secciones de desnudos que le parecían impropias. . En la época de la ocupación alemana de Roma, el Casino acogió el cuerpo de policía alemán que ejercía su actividad en el acuartelamiento situado en la Vía Tasso (hoy en día, sede del Museo Histórico de la Liberación). Esta construcción pertenece desde 1947 a la Delegación Franciscana de Tierra Santa: los padres religiosos son los artífices de la realización de las dos secciones laterales.