Pincio: Paseo y Terraza

En el atardecer, la vista del sol pòniendose lentamente desde el mirador del Pincio nos ofrece una visiòn de Roma que permanece para siempre en el recuerdo. Para los que no lo conocen, el Pincio es un gran parque público disenado por Giuseppe Valadier (1834) y el paseo urbano preferido por los ciudadanos.

Desde el mirador tiene vistas la inmensa Piazza del Popolo, hacia la cual se mira un gigantesco teatro lleno de vida, y mirando hacia arriba, más allá de la balaustrada que se extiende la ciudad: en el horizonte domina la majestuosa cúpula de San Pietro, Monte Mario se destaca a la derecha, el Quirinale a la izquierda; en la destancia, en la parte mas alta està la colina Janículo, se vislumbra la estatua ecuestre de Giuseppe Garibaldi. En el medio, destacan los antiguos edificios del siglo XVI, arquitectónicamente bien definidos.

Moviendose hacia la Piazza di Spagna, la visita continúa con las terrazas panorámicas frente a Villa Medici, donde se encuentra la fuente de la copa conocida como "Vasca del Pincio", y desde los pasos españoles de Trinità dei Monti, una magnífica escenografía barroca de Francesco De Sanctis (1723 a 1726).

Se puede acceder al paseo de Pincio a travès las rampas que se elevan desde la Piazza del Popolo, desde el Viale di Villa Medici que lo conecta con la Iglesia y los pasos de Trinità dei Monti, desde Viale delle Magnolie y desde el paso elevado en el Muro Torto que enlaza desde 1908 a Villa Borghese.

Los avenidas del paseo habían sido concebidos desde el principio para permitir el paso de carruajes. El único acceso que permanece estrictamente peatonal es el que se abre a Viale delle Magnolie. El acceso monumental al Pincio se abre en la Piazza del Popolo, que constituye una especie de telón de fondo escenográfico con tres perspectivas ubicadas en las cuestas de la colina. Estos están conectados entre sí por pequeños tramos de escaleras y la sinuosa y evocadora Via Gabriele D'Annunzio que, delimitada por árboles centenarios y adornada por fuentes, sube enlas laderas del Pincio.

La primera perspectiva, realizada en 1830, està constituida por tres nichos, en el centro del cuales hay una antigua estatua representada por Igea, la diosa de la salud. La segunda perspectiva está constituida por el bajorrelieve de 1830 que representa la fama que corona los genes de las artes y el comercio, debajo del cual hay un asiento de mármol con dos leones alados. La tercera perspectiva, sobre la que descansa la terraza Belvedere, consiste en una logia cubierta con tres arcos que insiste en una construcción en la que se insertan tres nichos. Aquí, en 1936, se creó un Nymphaeum como una exposición del Agua Virgen basada en un diseño de Raffaele De Vico, inspirado en una idea de Valadier. En ese momento, la estatua de Vittorio Emanuele que había estado allí desde 1873 fue traslada.

A la logia se accede por dos tramos de escaleras conectadas lateralmente. Entre la primera y la segunda perspectiva, cerca de la primera curva, hay una pequeña fuente ovalada en forma de acantilado rústico en la que se apoya una antigua estatua llamada Dionisio o Hermafrodita porque, en un cuerpo con rasgos femeninos, se insertó una cabeza, eliminado en 1970, que representa a un dios griego.

La disposición actual de la fuente se debe a Raffaele De Vico, quien la construyó en 1936. Siguiendo la subida, se encuentra el edificio del Convento de Santa Rita y una fuente construida con una antigua vasija en granito rojo, que data del siglo II-III. De forma ovalada, está decorada con una figura de león desde la que fluye el agua, y se inserta en un recipiente circular.

Al final de Viale del Pincio, se abre una pequeña brecha abierta donde se levantó el monumento de bronce a los hermanos Enrico y Giovanni Cairoli, heroes garibaldinos quienes murieron en 1867 en Villa Glori. Continuando, llegas a Piazzale Napoleone I, desde cuyo Belvedere puedes disfrutar del impresionante panorama.

Comienza aquì el percurso dedicado a los hombres ilustres, es decir, la serie de 229 bustos conmemorativos colocados a partir de 1849. Detrás del mirador hay un gran espacio abierto, en el que se encuentra a la derecha la pequeña estatua de Raffaello Sanzio, construida en 1838. En línea con la plaza hay una fuente redonda en el centro de la cual se colocó en 1868 el grupo que representa a Moisés confiado a las aguas del Nilo.

Continuando por el Viale dell'Orologio se encuentra el reloj de agua, cuyo mecanismo generalmente se atribuye al padre dominicano Giovanni Battista Embriago. En 1873, el hidrocronómetro se colocó en su posición actual: en el centro de un estanque, rodeado por una puerta de hierro.

Volviendo a la plaza, tome Viale del Belvedere a la derecha que termina en una exedra arbórea en la que se encuentra el busto de Giuseppe Valdier. Mas adelante decubrimos la estatua de Esculapio, formada por un cuerpo que data del siglo V en el que se colocó una cabeza que probablemente data del siglo IV.

Al final de la avenida se colocó la estatua de Cibeles, referible a la edad Antonina, que junto con las estatuas de Polimnia y Abundancia, hoy frente a la entrada de Villa Medici, se conservaron en el Palazzo dei Conservatori en Campidoglio. Las tres estatuas fueron transferidas al Pincio en 1846. En 1922, fue erigido el monumento a Enrico Toti.

Al final de Viale dell’Orologio, hay un edificio en el que hay dos ascensores creados en 1926 para permitirle subir desde la parada de tranvía a continuación. El Viale dell'Obelisco todavía está organizado en gran medida de acuerdo con el proyecto original de Valadier, que había creado una fusión entre el jardín italiano y el romántico jardín inglés.

En medio de la avenida se encuentra el obelisco que el emperador Adriano había dedicado a su Antinoo favorito: encontrado cerca de Porta Maggiore, el obelisco fue transportado y colocado en el Pincio en 1822 a instancias de Pío VII. Toda esta área está organizada según la Casina Valadier, construida en 1813 por Giuseppe Valadier, quien renovó el casino existente de Della Rota en una cafetería, convirtiéndolo en uno de los puntos focales de la caminata.

La historia del pincio

El paseo Pincio se construyó en la colina homónima, donde en la época romana habia muchos jardines Originalmente, el Pincio se llamaba “Colle dei Giardini”. Más tarde fue la residencia de la Gens Pinciana, de donde deriva su nombre moderno. Entre los Horti del Pincio, los de Locullo fueron particularmente famosos, quien fue el primero en construir jardines en terrazas allí. Fue construido en esta colina en el siglo V un gran palacio imperial, el Pinciano. La caminata fue construida en la colina entre 1810 y 1908. En 1814 el imperio napoleónico se disolvió, pero las obras del Pincio, que ya comenzaron según el proyecto del arquitecto francés Berthault, continuaron bajo el gobierno papal restaurado y fueron dirigidas por Valadier.