Palacio Zuccari

Situado entre la Via Sistina y la Via Gregoriana, el Palacio Zuccari aún hoy refleja – a pesar de posteriores modificaciones y modernizaciones – el talento y la creatividad de su creador, el pintor Federico Zuccari, que lo proyectó como su hogar y estudio en la última década del siglo XVI sobre los restos de los antiguos jardines de Lucullus.

En 1702 fue arrendado a la Reina María Casimira de Polonia que amplió la fachada principal, encargando al arquitecto de confianza de los Saboya, Filippo Juvarra, la construcción de un pórtico de 6 columnas en estilo rococó. El Palacio se convirtió en un centro cultural de la Roma del siglo XVIII y por mucho tiempo siguió siendo un hogar para artistas: entre ellos Winckelmann y los pintores Jacques-Louis David y Sir Joshua Reynolds. En 1904, Henriette Hertz compró el Palacio Zuccari, que pronto modificó sustituyendo el jardín por un edificio de tres plantas. Recogió aquí una importante biblioteca que fue donada al gobierno alemán a su muerte para establecer un centro de estudios. 

Los elementos los más impresionantes del edificio son el portón y las ventanas de la fachada en la Via Gregoriana, que han valido al palacio el apodo de la Casa de los Monstruos. En efecto, sus marcos exteriores tienen forma de enormes bocas abiertas: fue el mismo Zuccari quien quiso que estas decoraciones extraordinarias aturdieran y asustaran a los visitantes para luego quedar deslumbrados por la belleza idílica del jardín y los interiores de la casa. Desde 1913, el portal ha sido la entrada a la Bibliotheca Hertiziana, uno de los institutos de investigación más reconocidos del mundo para la historia del arte italiano. En 2013 se inauguró oficialmente el nuevo edificio de la biblioteca diseñado por Juan Navarro Baldeweg y se vacío por completo y se reconstruyó el compartimento central que alberga parte de la biblioteca. El ala izquierda aún conserva parte de la estructura original, con los techos pintados al fresco por el propio Zuccari.