Basílica de San Antonio de Letrán

La Basílica de Sant'Antonio da Padova en via Merulana, también llamada Basílica de Sant'Antonio al Laterano, está situada en el centro histórico, en el Barrio de Esquilino.

Construido entre 1884 y 1887, constituye, junto con el Palacio Brancaccio, la obra más desafiante del arquitecto Luca Carimini y la primera creación monumental de la arquitectura sacra romana después de 1870.

El edificio se caracteriza por un eclecticismo neorrenacentista que el arquitecto combinó con las formas del siglo XV propias de Sangallo; la fachada es de ladrillo con elementos arquitectónicos de travertino y se eleva sobre una alta doble escalera que conduce a un gran pórtico de cinco arcos de orden dórico, en cuyo centro se encuentra una estatua que representa a San Antonio de Padua con el Niño Jesús en bronce. Un gran tímpano triangular rematado por una cruz concluye la fachada, bajo la cual se abren dos ventanas separadas por un óculo.

El interior de la iglesia tiene planta basilical de tres naves con cinco capillas a cada lado, que se divide en dos plantas; la nave central, cubierta por un espléndido tejado de vigas de madera, es más ancha que las naves laterales en las que se ubica la galería de mujeres. El ábside está decorado con un fresco que representa la Apoteosis de la Orden Franciscana (1889-1890) del pintor Bonaventura Loffredo da Alghero. También cabe destacar la tercera capilla de la nave izquierda dedicada a los santos mártires de Japón, donde se conserva el lienzo de finales del siglo XIX aplicado sobre tabla de Santos Mártires Franciscanos en Japón, obra del pintor Cesare Mariani.

Es característico el campanario de celda octogonal, con cúspide de mayólica policromada y dorada.

Foto: Sitio web oficial de la Basílica de Sant'Antonio al Laterano