Roma ha sido durante mucho tiempo el destino favorito para muchos novelistas, poetas, músicos y pintores, quienes, con el Grand Tour, llegaron a Roma para completar su formación cultural y buscar inspiración en los recuerdos antiguos y renacentistas de la ciudad.
Hoteles históricos, palacios elegantes y viviendas particulares, el centro urbano ha acogido a numerosas personas ilustres; en memoria de su estancia, permanecen las placas conmemorativas y sus obras más famosas, por ejemplo, “Viaje a Italia” de Goethe, un homenaje de amor a la Ciudad Eterna, o los evocadores “Paseos romanos” de Stendhal.
El palacio del siglo XVII del Grand Hotel della Minerva, en la Piazza della Minerva, es el lugar elegido por algunos de los artistas europeos más conocidos: aquí, se alojaron el famoso escritor Marie-Henri Beyle – más conocido como Stendhal – entre 1814 y 1816, y Herman Melville, autor de “Moby Dick”, en 1857.
En la Piazza della Rotonda, nos encontramos ante el “resto más hermoso de la antigüedad romana”, así es como Sthendal describió el Panteón. En este lugar se ubica el exclusivo Hotel del sole del siglo XV, el más antiguo de la ciudad, que hospedó Ludovico Ariosto, Pietro Mascagni y, mucho más tarde, la célebre pareja de filósofos Jean-Paul Sarte y Simone de Beauvoir.
El músico Pietro Mascagni y los dos grandes estadistas del siglo XX, Charles de Gaulle y Winston Churchill, fueron huéspedes del Grand Hotel Plaza en Via del Corso, antigua posada y luego punto de encuentro de nobles, artistas, políticos y gobernantes. “Roma es la capital del mundo. Aquí se vincula toda la historia del mundo, y cuento que, con haber nacido por segunda vez, realmente he resucitado el día en que puse un pie en Roma. Sus bellezas me han elevado poco a poco a su altura”, escribía Goethe en 1787. Precisamente en el número 18 de la calle del Corso, se ubica la Casa de Goethe, donde el poeta vivió junto al pintor Tischbein, hoy un pequeño museo con cartas, libros y dibujos, centrado en las relaciones entre el artista y la ciudad.
A un tiro de piedra de la Fontana del Babuino, una de las estatuas hablantes de Roma, precisamente en el número 79 de la homónima y elegante calle, se hallaban los prestigiosos “Hotel d’America” y Hotel “Grande Bretagna”, donde se alojó el gran compositor alemán Richard Wagner.
En Via Bocca di Leone 14, la actual calle icónica de las grandes marcas de la moda, habitaba el compositor Franz Liszt en el aristocrático Hotel d’Inghilterra, la antigua residencia de los príncipes Torlonia. A poca distancia a pie de la Escalinata di Trinità dei Monti, la magnífica plaza de España alberga la casa museo donde vivieron John Keats, que falleció aquí a tan solo 25 años, y Percy Shelley. En el encantador edificio del siglo XVIII, frente a la Fuente de la Barcaccia, todo se ha dejado inalterado en la fachada y en el interior: es un verdadero templo de los románticos y de los grandes escritores ingleses inspirados por ellos.
Ferdinand Gregorovius estuvo viviendo mucho tiempo en Roma, hasta el punto de recibir la ciudadanía honoraria en 1876, por la obra “Historia de la ciudad de Roma en la Edad Media”: el historiador alemán se alojó primero en Via Pietra 89, a pocos pasos de la plaza homónima dominada por el majestuoso Templo de Adriano, y luego en Via Gregoriana 12. En cambio, durante su primera estancia romana, en frente, vivió el pintor francés Jean Auguste Dominique Ingres, uno los principales artistas del Neoclasicismo.
Nuestro tour termina en la Via Sistina, la elegante calle abarrotada de memorias de artista. En el número 48, alojó el escultor danés Bertel Thorvaldsen; en el número 113, el compositor húngaro Franz Liszt; en el 126, desde 1838 hasta 1842, el escritor ruso Nikolaj Gogol. Hans Christian Andersen se estableció en el numero 104: aquí, en 1835, el poeta y escritor danés dio vida a su primera novela “El Improvisador”.