Basílica de Santa María en Cosmedin

Las primeras noticias relacionadas con Santa María en Cosmedin remontan al siglo VI d. C. cuando se conocía con el nombre de Santa María en Schola Graeca y con el título de diaconía.

Fue ampliada en 782 por el Papa Adriano I en la antigua Ara Máxima de Hércules, reconocible en ese gran núcleo de toba del Aniene que todavía existe parcialmente en la mitad posterior de la iglesia y dentro del cual se halla la cripta.

Recibió su forma actual en el siglo XII, tras el grave daño infligido por la invasión de Roberto il Guiscardo. Es a Alfano Camerario a quien le debemos sustancialmente la apariencia actual de la iglesia, incluido el pórtico y el elegante campanario románico. Siete pisos de ajimeces y triforas, de 34,20 metros de altura y con una campana de 1289.

Remodelada varias veces a lo largo de los siglos, la iglesia muestra un interior llamativo y severo, radicalmente restaurado en sus formas originales del siglo VIII, con tres naves divididas por cuatro pilares y dieciocho columnas antiguas.

Destacan el piso cosmatesco, algunos fragmentos de los antiguos frescos que datan de los siglos VIII y IX que representan a Cristo y los Santos, la schola cantorum, creada bajo Calisto II, rodeada de plúteos y columnas con revestimiento de mármol precioso y el ciborio en estilo gótico-florentino, obra de Deodato (1294), tercer hijo de Cosme el Joven.

El pórtico, una añadidura del siglo XII, alberga la famosa Boca de la Verdad, probablemente una antigua tapa de alcantarilla, querida por la tradición popular por la conocida creencia de que la boca podría morder la mano de aquellos que no habían dicho la verdad.

La iglesia debe su nombre al famoso y antiguo monasterio de Constantinopla, el "Kosmidìon", al que hace referencia el gremio nacional griego encargado de la iglesia; también por esta razón el área circundante se le llamaba Schola Graeca y a este lado del Tíber Ripa Graeca.