El área arqueológica del centro de Roma se viste de plató, una herencia lista para ser transportada a la pantalla.
El Coliseo, lugar icónico de la ciudad, sirve de fondo a “Un americano a Roma” (1954), de Steno, un clásico de la comedia italiana. Un fondo divertido que contrasta con la caracterización sombría que da al mismo monumento Bernardo Bertolucci en “El conformista” (1970). De hecho, la película termina dramáticamente dentro del anfiteatro, con el protagonista culpando a un inocente del homicidio que ha cometido él mismo.
También se relaciona con el mismo monumento el inolvidable personaje de Alberto Sordi, Nando Mericoni, que amenaza lanzarse desde lo alto del Coliseo si no logra hacer realidad su sueño de ir a Kansas City.
La plaza del Campidoglio es un lugar mágico: el director ruso Andreij Tarkovskij, en el film “Nostalghia” (1983), rodó una escena de rara fuerza: un amigo del protagonista se quita la vida en nombre de una vuelta a la sencillez perdida en la vida moderna.
En la misma plaza se encuentra el Palacio de los Conservadores, en cuyo patio se encuentran los colosales restos escultóricos romanos. Allí la directora Jane Campion ambienta “Retrato de una dama” (1996). Los elementos de mármol se convierten en el escenario inquietante en el que la protagonista, Nicole Kidman, se da cuenta de las crueles tramas que la rodean.
El Monumento a Víctor Manuel II, que domina piazza Venezia es el protagonista de la película de Peter Greenaway “El vientre del arquitecto” (1987): un film onírico, donde el sueño y la locura lúcida se mezclan exaltando las cualidades escenográficas del monumento. El monumento también está presente en una película de 2003, “El Núcleo”, de Jon Amiel, que sigue la tendencia del cine catastrófico, donde la gigantesca estructura explota, mientras que el Coliseo se derrumba, debido a la parada repentina de la rotación del núcleo de la Tierra.
Nanni Moretti rodó la escena final de “Palombella rossa” (1989) en el Circo Máximo. Se trata de una secuencia simbólica, insólita en la producción del director romano: un sol rojo de cartón piedra surge sobre el Circo Máximo desde el monte Aventino.
El periodista Gregory Peck y la princesa Audrey Hepburn son los protagonistas de “Vacaciones en Roma”, de William Wyler. Pero sin duda otra protagonista es Roma, recorrida en Vespa, un cartel publicitario mundial para la ciudad y la motocicleta. El primer encuentro entre ambos, que juega con el equívoco, tiene lugar cerca del Arco de Septimio Severo, con todo el Foro Romano como fondo. Después tiene lugar una breve visita dentro del Coliseo. Pero la escena más famosa tiene lugar en el pórtico de Santa Maria in Cosmedin, en la Boca de la Verdad. Peck le cuenta la leyenda de la prueba de la verdad: si se dicen mentiras se te corta la mano. Después introduce la mano en la Boca y grita de dolor. Un gran susto y después risas. Así una tapa de alcantarilla de la Roma antigua se ha convertido en un icono inolvidable de la ciudad, que atrae turistas en busca de escalofríos.