Este itinerario os descubrirá los secretos de esta grandiosa área verde, un paraíso para todas las edades: Villa Borghese, probablemente la mayor y más vivaz de todos los parques de Roma. Situada en el norte de la ciudad, este parque recibe diariamente la visita de numerosos romanos y turistas, gracias en parte a las numerosas actividades de ocio que ofrece para todos los gustos.
Para poder disfrutar de toda su oferta, no es suficiente con un día, sino que será necesario programar anticipadamente varias jornadas para abarcar todas las actividades propuestas.
Cultura, arte, ocio y romanticismo: he aquí las características principales de este parque.
Entre las alamedas de este parque abundan las posibilidades de diversión para los jóvenes.
La primera etapa que os aconsejamos es la visita a la espectacular Galería Borghese (se aconseja reservar la entrada con antelación, puesto que sin reserva es casi imposible acceder a ella). En este museo se puede admirar una de las mejores pinacotecas de Roma, así como una colección de esculturas de Bernini que merece por si sola una visita a esta sede.
Pero dejemos a “Paolina Bonaparte” y a la pinacoteca de la Galería: durante las jornadas veraniegas os aconsejamos un paseo por el lago: situado en el centro del parque, este estanque ofrece la posibilidad de alquilar botes de remos, para que disfrutéis de un rato de descanso y de romanticismo.
Si sois personas dinámicas y no podéis renunciar al deporte ni siquiera cuando estáis de vacaciones, las amplias alamedas de la Villa Borghese parecen destinadas al patinaje y a los paseos con bicicleta; y si estáis con un grupo de amigos, os podréis divertir alquilando un rickshaw y pedaleando en busca del rincón perdido.
Además, cuando anochece la Villa no apaga sus reflectores, durante las cálidas noches veraniegas el teatro victoriano “Silvano Toti Globe Theatre” presenta su cartelera con obras de gran interés.
En cambio, en invierno, cuando las jornadas son más grises y cortas, el “Cinema dei Piccoli” abandona su personalidad infantil y proyecta películas recientes.
¿Al final del día transcurrido en la Villa Borghese os sentís cansados? Pues animaos y con un último esfuerzo acercaos hasta las Terrazas del Pincio, donde ose spera un panorama espectacular que os hará compañía hasta que se oscurezca.
Si tenéis la suerte de estar en Roma durante la primavera cuando se celebra el Concurso Hípico de Piazza di Siena, no os perdáis el Carrusel de los Carabineros.
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