El llamado Arco de Druso pertenece a uno de los segmentos residuales del acueducto Antoniniano que cruzaba la Vía Appia para alimentar las Termas de Caracalla.
Se remonta al siglo III d.C., el arco está formado por dos columnas que enmarcan la fachada y por un arquitrabe por encima del cual se coloca un tímpano triangular. Lo que vemos hoy es sólo una parte de la obra, originalmente compuesta de varios arcos y revestida de mármol.
A principios del siglo V, bajo el emperador Honorio, el arco fue conectado a Puerta San Sebastián con dos murallas con fines defensivos hoy desaparecidos.
Foto: Redazione Turismo Roma
La Vía Appia Antigua
Puerta San Sebastiano
Las Termas de Caracalla
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