El ajo y la cebolla en la cocina romana

Son dos ingredientes básicos en la cocina popular romana, simples y muy aromáticos, y con sabores intensos y genuinos. El ajo y la cebolla, gracias a sus propiedades organolépticas, son determinantes en el éxito de un plato y en su resultado.

"Ubi allium, ibi Roma": Donde hay olor de ajo, hay Roma. Según este dicho popular, el ajo en la antigua Roma ya se consideraba un valioso ingrediente, que los legionarios utilizaban en los combates gracias a sus propiedades fortalecedoras y porque se consideraba la planta sagrada del dios de la batalla, Marte.

Y es que el ajo ha sido, a lo largo del en el tiempo, un protagonista de la tradición gastronómica romana, por lo que figura en diversas recetas: el cordero a la cazadora y “a scottadito” (a la plancha) las “puntarelle” (achicoria), las alcachofas a la romana, los espaguetis "ajo, ojo e peperoncino" y la bruschetta.

La importancia de la cebolla no es menor. Es la reina de numerosos preparados, como por ejemplo sopas, salsas, risottos, tortillas y fritos, o simplemente se le acompaña con un pan de buena calidad.

Antiguamente, en la zona que va desde San Giovanni in Laterano hasta Santa Croce in Gerusalemme, se situaba el Monte Cipollaro, una altura con cebollas y ajos, y el "Cipollaro" era el que vendía en la calle.

Por eso, con una buena tostada de pan, una cabecita de ajo, un hilo de sal, un poco de pimienta negra y mucho aceite de oliva virgen extra, sugerimos una receta tradicional, fácil y muy sabrosa: la crujiente bruschetta(tostada ) con ajo y aceite de Ada Boni. Se puede compartir tanto en familia como con los amigos, acompañada de una buena copa de vino de los Castelli Romani, se trata de una receta romana que se debe redescubrir.

Receta: Bruschetta con ajo y aceite

Ingredientes

- rebanadas de pan o barras de pan

- 2 o 3 cabezas de ajo

- aceite de oliva virgen extra

- Sal

- pimienta

Preparación

En el fuego, tostar dos o tres rebanadas de pan o panes cortados por la mitad. Una vez preparadas, frote un poco de ajo en ellas y póngalas de nuevo al fuego durante unos minutos. En cuanto estén listas, se ponen en un plato y se salpimentan y se rocían con aceite.