Palacio Lovatelli Caetani

Un estilo sobrio, típicamente manierista tardío, caracteriza el imponente y austero palacio en el centro del Rione Campitelli, entre la plaza homónima y la más pequeña, piazza Lovatelli. El diseño del edificio, uno de los más famosos e interesantes de la Roma de finales del siglo XVI, se atribuye generalmente a Giacomo Della Porta. Sus mecenas fueron dos hermanos de la antigua familia romana Serlupi: Gian Filippo, quien ordenó su construcción en 1580, y Monseñor Girolamo, quien completó la sección que da a piazza Campitelli en 1619.

El palacio permaneció como propiedad de la familia Serlupi hasta mediados del siglo XVIII. Adquirido por la familia Ruspoli en 1744, fue posteriormente vendido a los Lovatelli, una familia originaria de Rávena emparentada con los Caetani tras el matrimonio entre Ersilia Caetani y Giacomo Lovatelli. La inscripción “Caetani-Lovatelli” adorna los hermosos portales arquitrabados que dan a las sencillas fachadas del palacio, en las plazas Campitelli y Lovatelli, conectadas por una serie de arcos.

Entre finales del siglo XIX y principios del XX, la planta principal del palacio fue un importante punto de encuentro para artistas, intelectuales y escritores de la época, tanto italianos como extranjeros. El salón de la condesa Ersilia Caetani Lovatelli, arqueóloga autodidacta y primera mujer elegida para la Accademia dei Lincei, albergó a ilustres arqueólogos como Mommsen, Helbig, Huelsen y Rodolfo Lanciani, así como al egiptólogo Mahoffy y a los papirólogos Grenfol y Hunt, además de Carducci, Zola, Liszt y D'Annunzio, autor de solemnes dedicato a la "condesa E. L. que ve el mundo antiguo con ojos de vidente”. La condesa abrió las puertas de su salón por última vez en 1911, cuando recibió a los arqueólogos que habían llegado a Roma para la celebración del cincuentenario de la Unificación Italiana.

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