Iglesia de San Lorenzo in Piscibus

Una iglesia pequeña y muy evocadora en el Rione Borgo, escondida e incorporada por los edificios del siglo XX, a pocos pasos de la Basílica de San Pedro, que, junto a otros edificios, se ha librado de la demolición de la denominada “Spina di Borgo”, que habría dado lugar a la construcción de la actual Via della Conciliazione, pero aun así su fachada y el atrio fueron destruidos. Lo único que queda visible en el Borgo Santo Spirito es su pequeño ábside medieval que, a lo largo del tiempo, ha sido completamente restaurado. 

La iglesia tiene origines muy antiguos: la tradición atribuye su construcción a San Galla, una noble matrona romana del siglo VI, aunque el primer indicio que evidenciaba su existencia se remonta al 1143. Dedicada a San Lorenzo, el mártir romano más conocido, fue llamada “in Piscibus” tal vez por la presencia en esa zona de un mercado de pescado. Durante el siglo XVI, la iglesia pasó de manos a las Clarisas a las de una comunidad laica y luego fue incorporada a un palacio de propiedad del cardenal Francesco Armellini. En la segunda mitad del siglo XVII, el complejo fue confiado a los Hermanos de las escuelas cristianas que hicieron restaurar radicalmente la iglesia en estilo barroco. En 1733, sobre un proyecto del arquitecto Domenico Navone, se construyeron el gran atrio y la nueva fachada, que ya han desaparecido.

En las intervenciones y reformas llevadas a cabo en la primera mitad del siglo XX, el edificio fue restaurado a las supuestas líneas románicas originales, borrando las intervenciones consiguientes y despojándolo del mobiliario del siglo XVIII. Desconsagrada y transformada en sala de estudio por la escuela pontificia “Pío IX” y luego en el taller del escultor Pericle Fazzini en los años setenta, fue nuevamente consagrada en 1983 y elevada a diaconía en 2007.

El interior, en gran parte rehecho, está dividido en tres naves por once columnas desnudas antiguas; el techo es de cercha de madera mientras que las paredes y el ábside están hechos de ladrillos expuestos sin ningún tipo de decoración. A la izquierda de la fachada hay un pequeño pero esbelto campanario románico del siglo XII. A pesar de las grandes renovaciones, todavía se reconocen grandes porciones de la mampostería original. Las excavaciones llevadas a cabo bajo la iglesia han dado lugar al fortuito e importante descubrimiento de muchos restos romanos.