Castillo de Santa Severa

El castillo de Santa Severa en Santa Marinella tiene sus raíces en la época romana. Se construyó sobre las murallas poligonales del castrum romano, que son todavía visibles actualmente, sobre todo en el lado derecho de la fortaleza, mientras que en el interior hay (en el suelo o incrustadas en estructuras medievales) reliquias de antiguos asentamientos. El castrum era un campo donde residía una unidad del ejército romano, de forma permanente o temporal. Tenía forma rectangular y casi siempre se construía un foso a su alrededor para protegerla.

El castillo se levanta, de hecho, en la zona del antiguo lugar de Pyrgi, la ciudad de puerto romana fundada entre el final del siglo VII y el principio del siglo VI antes de Cristo. Según los historiadores, el castrum de Pyrgi, que significa "torre", fue habitado sin interrupción hasta la antigüedad posterior, por lo menos hasta el siglo IV o V de nuestra era.

Entre los siglos X y XI, los condes de Tuscia hicieron construir en esta zona una pequeña fortaleza dedicada a la joven Severa, que había sido martirizada en el año 660 en un lugar cercano. En cambio, el Castillo en sí mismo se originó en el siglo XIV. El pueblo se formó gradualmente, con varias fases de construcción, durante los siglos XV y XVI.

Perteneció a varias familias nobles romanas durante quinientos años, desde 1482 hasta 1980, y fue posesión del Orden del Santo Espíritu. Entre los siglos XVI y XVII, fue el lugar de residencia y retiro de muchos papas: entre ellos Gregorio XIII, Sixto V y Urbano VIII. Tras el periodo de máximo esplendor alcanzado en el siglo XVII, el castillo experimentó entonces un largo y lento declive. En 1943 fue utilizado por los alemanes como puesto militar estratégico.

Las obras de restauración de los últimos años han sacado a la luz importantes descubrimientos arqueológicos, como un tramo de muralla poligonal del siglo III a.C. y algunos tramos de muralla del siglo XIII.