Biblioteca Vallicelliana

El nacimiento de la Biblioteca Vallicelliana, está estrechamente relacionado con la figura de San Filippo Neri y con la Congregación del Oratorio, instituida en 1565 gracias a los oratorianos y a su amor por los libros. De hecho, según la Regla, los sacerdotes acompañaban sus comidas leyendo y debatiendo sobre un texto religioso. La biblioteca fue reconocida oficialmente por Gregorio XIII en 1575 con la bula Copiosus in Misericordia.

Inaugurada por Francesco Borromini en 1644, la antigua biblioteca de los Padres Oratorianos, también conocida como Salón Borromini, es un un majestuoso ambiente de planta rectangular con 16 ventanas y un balcón con vistas a la plaza de la Chiesa Nuova, que dan gran luminosidad a la sala, el techo con artesones de madera, revestidos de estuco de color travertino y un suelo bicolor.

En origen, la biblioteca era más pequeña de lo que es hoy; fue ampliada a partir de octubre de 1665 por el arquitecto Camillo Arcucci, para adquirir su aspecto definitivo solo en 1667. Las diversas fases del proyecto del Salón se describen en el Opus Architectonicum, una obra realizada a cuatro manos por Francesco Borromoni y Virgilio Spada, su comitente.

La cubierta de madera consta de 21 artesones con inserciones plásticas de madera de nogal con estrellas de ocho puntas que simbolizan a los evangelistas y doctores de la Iglesia, y lienzos de grisalla con parejas de ángeles. Los dos recuadros principales albergan a dos lienzos alegóricos: La Divina Sapienza de Giovanni Francesco Romanelli (1643) y la Mediocritas de Lazzaro Baldi (1667). Las paredes están jalonadas por pilastras estriadas coronadas por capiteles corintios, mientras que las antiguas estanterías, dispuestas en dos niveles, se muestran adornadas con inserciones de madera de nogal talladas con estrellas, lirios y corazones flameantes que aluden a la simbología filipina. Se accede a las galerías de entre piso por las cuatro escaleras de caracol bien escondidas por el efecto trompe l’œil de las estanterías que se debe al Padre Giovanni Antonio Jannarelli. Los estantes abiertos muestran los aproximadamente 28.000 volúmenes, publicados entre los siglos XVI y XIX. El piso se realizó alternando baldosas de terracota de color rojo y amarillo claro, adornadas con decoraciones.

La liberia de madera del Salón fue construida en 1662 por encargo de Cesare Mazzei con la intención de acoger los textos que pertenecieron a San Filippo Neri que también constituyen la primera colección de libros de la Biblioteca que pasó al patrimonio de la Congregación a su muerte, en 1595. Además, en 1581, el humanista portugués Achille Stazio (Aquiles Estaço) había dejado en herencia sus 1700 volúmenes impresos y 300 manuscritos a Filippo Neri y a la Congregación del Oratorio.

A la ya importante colección, se sumaron otras donaciones como el Archivo y parte de la Biblioteca de San Giovanni en Venere (1585), la biblioteca del cardenal Silvio Antoniano, los libros de Pierre Morin y los del oratoriano Juvenal Ancina, obispo de Saluzzo (1604), los manuscritos de Sant’Eutizio, la colección de su padre Antonio Gallonio, el primer biógrafo de Filippo Neri (1605), una parte de la colección de libros del cardenal Cesare Baronio (1607), el fondo de Virgilio Spada, que consiste en una colección de monedas, minerales, mayólicas y curiosidades (1662).

En 1874, debido a la ley sobre la supresión de las corporaciones religiosas, la biblioteca Valliceliana pasó a ser de dominio público. En 1876, los documentos de la congregación fueron divididos entre el Archivo de Estado de Roma, la Congregación y la propia Biblioteca.

Hoy en día, la biblioteca es un instituto periférico del Ministerio de Cultura (MiC).

Las ramas temáticas de las colecciones de la Biblioteca abarcan principalmente el medievalismo, la Historia de la Iglesia, de Roma y del Lacio.  

Su rico patrimonio incluye más de 130.000 volúmenes divididos entre incunables y manuscritos, impresos y música, sobre todo, obras de carácter histórico-eclesiástico, erudito, patrístico y teológico, pero también textos de filosofía, como los antiguos comentaristas de Aristóteles, de derecho, botánica, astronomía, arquitectura y medicina.

Entre los casi 3.000 manuscritos latinos, griegos y orientales destacan los códigos de considerable valor y antigüedad, como la Biblia de Alcuino del siglo IX.

El fondo impreso antiguo, que incluye obras del siglo XVI al XIX, consta de casi 40.000 volúmenes y de un pequeño núcleo de incunables. 

En la Vallicelliana, también se encuentra una valiosa colección de grabados y un notable fondo de 7.000 fotografías. 3.292 microfichas, 2.600 microfilmes, 18 videos, 10 cintas de audio, 6 cd audio.

Visita del Salón Borromini:
Las visitas se pueden realizar, con el personal de la biblioteca o con guía propia, previo envió de un correo electrónico a b-vall.didattica@beniculturali.it ,indicando los días y el horario de visita que se prefieren.

Photo: Biblioteca Vallicelliana