Iglesia de Santa Maria d'Itria od Odigitria dei Siciliani

Enclavada entre dos palacios y camuflada hasta el punto de pasar a menudo desapercibida, la pequeña iglesia de la Via del Tritone en el Rione Colonna comenzó su historia en 1593, cuando, al año siguiente, un grupo de expatriados sicilianos en Roma obtuvo el reconocimiento como cofradía (Confraternità di Santa Maria Odigitria o d’Itria) del papa Clemente VIII, e inmediatamente comenzó a construir su propia sede con un albergue contiguo para peregrinos y un colegio para los jóvenes estudiantes que llegaban de Sicilia.  El edificio fue solemnemente consagrado el día 15 de agosto de 1596. Sin embargo, todo el complejo fue saqueado y devastado durante la ocupación francesa de Roma entre 1798 y 1814: en 1817 la cofradía hizo reconstruir la iglesia según diseño del arquitecto Francesco Manno mientras que la fachada sencilla y sobria se completó a finales del siglo XIX por obra de Giuseppe Palazzi. 

El término “Odigitria” significa “la que indica el camino” y tiene raíces lejanas. De hecho, se refiere a un estilo muy antiguo de icono bizantino que representa a la Virgen con el Niño. La primera imagen con esta iconografía fue encontrada en Jerusalén por la esposa del emperador Teodosio II y trasladada a Constantinopla, convirtiéndose pronto en un importante objeto de culto. Considerada la patrona, la “conductora”, la “guía” de la ciudad y de todo el imperio de Oriente, fue llevada en procesiones solemnes e invocada por los jefes del ejército imperial antes de marchar contra los turcos. El icono se perdió con la caída de Constantinopla en 1453, pero su culto no dejó de extenderse, especialmente en Sicilia, que tiene a la “Madonna Odigitria” por patrona principal.  

La iglesia, bañada por una luz suave que le hace especialmente llamativa, tiene una sola nave y cuatro capillas con pinturas del siglo XX que representan a Santa Lucia, Santa Águeda, Santa Rosalía y los papas León II, Agatón y Metodio. El altar mayor alberga una copia del venerado icono bizantino, colocada en un fino marco de madera dorada. En el oratorio anexo a la iglesia, un fresco del siglo XVIII de Gaetano Sottino representa a Santa Rosalía.