Iglesia de Santa Maria de Loreto en el Foro di Trajano

En el entorno del Foro de Trajano, en un lugar notablemente impactante de la ciudad, existía una pequeña capilla donada en los últimos años del siglo XV a la Universidad de los Fornari, que era una de las más antiguas corporaciones artesanales de la Roma medieval. En 1507, la cofradía hizo demoler la iglesia para reconstruir otra más grande: la obra, encargada a Antonio da Sangallo el Joven, fue terminada unos setenta años después por Giacomo Del Duca, alumno de Miguel Ángel, artífice de la maravillosa cúpula y del campanario con sus líneas evidentemente prebarrocas. A partir desde la segunda parte del siglo XIX, Luca Carimini y Giuseppe Sacconi, que será el arquitecto del Vittoriano, efectuaron una completa remodelación de Santa María de Loreto A poca distancia, se había erigido entretanto, en 1741, la iglesia del Santísimo Nombre de María, que sigue sus formas y es más o menos una duplicación de la misma.

El sencillo pero impresionante edificio está formado por un sótano cuadrado de ladrillos y travertino, de nuevo una clara referencia a la arquitectura de principios del siglo XVI, y sobre el que se instala un alto tambor octogonal. La cúpula, “desmesurada” teniendo en cuenta el tamaño del edificio, tiene como coronación una importante y sofisticada linterna hueca, conocida como la “Jaula de los grillos”. La belleza y la singularidad de la cúpula resultaban muy visibles durante su construcción, siendo que la iglesia estaba inmersa en un complejo de casas: la cúpula, observada desde abajo, destacaba respecto al imponente volumen del sótano, haciendo un movimiento ascendente que culminaba en la linterna.

Desde un portal muy alto ornamentado con un bajorrelieve de la “Virgen con el Niño y la Casa de Loreto”, que se atribuye a Andrea Sansovino, se ingresa en el interior, un octágono situado en un cuadrado que contiene cuatro capillas semicirculares. En la iglesia se custodian dos obras de Cavalier d'Arpino, el “Tránsito” y la “Natividad de la Virgen” (1630). Destaca la decoración escultórica, en particular los dos Ángeles de Stefano Maderno (autor, para la iglesia de Santa Cecilia en el Trastévere, de la famosa estatua de la santa) y la Santa Susana del escultor flamenco François Duquesnoy (1630-33), un grupo que ilustra las diferentes tendencias del clasicismo del siglo XVII en Roma.

La iglesia continúa patrocinada hoy en día por el Pio Sodalizio dei Fornari, que se mantuvo en actividad hasta la disolución de los sindicatos en el siglo XIX. Forman parte de él propietarios, comerciantes, trabajadores y panaderos, y actualmente ocupa uno de los edificios que hay detrás de la iglesia. El aniversario del traslado de la Santa Casa de Loreto es celebrado por la cofradía, cada año, el 10 de diciembre, lo mismo que en el pasado.