Iglesia de Sant'Eligio degli Orefici

En 1509, el papa Julio II permitió a la Universidad de los Orfebres construir su propia sede en la Via Giulia, una de las direcciones más prestigiosas de Roma de la época y lugar donde el papa y Bramante proyectaron construir el nuevo centro administrativo de la ciudad.

El proyecto no se llevó a cabo, pero los orfebres no se detuvieron: si bien constituyesen desde hacía casi un siglo un gremio autónomo, aún compartían los espacios de la pequeña iglesia de San Salvatore alle Coppelle, con los Sellari (frabricantes de sillas de montar).  Así confiaron a Rafael el diseño de un pequeño templo en honor a Eligio de Noyon, uno de los santos franceses más venerados, y muy importante orfebre. A las obras de la iglesia, donde se evidencia la influencia de Bramante y a las que, durante la primera fase, desde 1516 hasta 1583, también contribuyeron Baldassare Peruzzi y Bastiano da Sangallo.  En 1522 se completó el edificio, excepto la cúpula, como certifican los documentos que muestran unas obras de Baldassare Peruzzi.

 En los años subsiguientes, la iglesia fue objeto de repetidas intervenciones para reparar los daños causados por las periódicas crecidas del Tíber, hasta que, en 1601 un colapso estructural del edificio causó un desplome parcial del altar de los Reyes Magos realizado por Federico Zuccari en 1575. El arquitecto Flaminio Ponzio de Milán se encargó de la restauración y también diseñó la fachada entre 1620 y 1621.

El interior recogido y harmonioso mantiene intactas las características del siglo XVI: planta de cruz griega con un ábside en el fondo, una espléndida cúpula hemisférica que descansa sobre un tambor redondo soportado por cuatro pilastras centrales, y rematada por una linterna sobre la cual se abren ocho ventanas. Desde el punto de vista decorativo impresionan los grandes frescos que se remontan al 1575 y representan la “Santísima Trinidad” y “Virgen con Niño y Santos” de Matteo da Lecce y “Profetas y Apóstoles” de Taddeo Zuccari. El suelo original fue sustituido en 1864 por losas de mármol blanco y brocatel traídas de la iglesia de San Pablo Extramuros, destruida en el incendio de 1823. En el altar mayor, el busto de plata que refigura a San Eligio conserva las reliquias del santo, donadas a la iglesia en 1628 por el obispo de Noyon.