Jardines Nicola Calipari en Piazza Vittorio

Estos históricos y eclécticos jardines, que fueron inagurados el año 1888 se sitúan en el centro de la Piazza Vittorio Emanuele II, en el multiétnico barrio del Esquilino.

Definida en su momento como una magnífica y romántica plaza con una puerta decorativa con barrera, la plaza conserva restos arquitectónicos de la antigüedad romana, del siglo XIX y de la época moderna.  El carácter exótico de los jardines lo subrayan las distintas especies de árboles de todo el mundo, como las palmas, las magnolias, los plátanos y una hermosa rosaleda.

En los jardines, en los que hay muchas fuentes, el agua es un elemento central y una presencia constante. Junto a la nueva fuente de los Zampilli, en el esquinazo norte se erige el monumental "Trofei di Mario" de época romana, así denominado gracias a los dos trofeos de mármol que lo ornamentaban hasta el año 1590, y que ahora están colocados en la cornisa del Campidoglio; con fecha del 226 d.C., la construyó Alejandro Severo para la distribución de agua. Un complejo de esculturas constituido por un delfín, tres tritones y un grueso pulpo ornamenta la Fuente de Glauco que Mario Rutelli proyectó el año 1910 para la Fuente de las Náyades de la plaza Esedra y que fue irónicamente rebautizada con el nombre de "alevín mixto".

La Puerta Mágica, insertada en un muro y protegida por dos estatuas del dios egipcio Bes, representa un atractivo particular, ya que es lo único que queda de la Villa Palombara, que fue construida a comienzos del año 1620 por el marqués Oddo Savelli di Palombara. Conocida con el nombre de "Puerta Alquímica", tiene símbolos esotéricos y cabalísticos -triángulos, símbolos de planetas, inscripciones hebreas y latinas- que aparentemente esconden el misterio de la piedra filosofal.

La Villa se demolió en la segunda parte del siglo XIX, coincidiendo con la realización del nuevo barrio, y la Porta Magica es la sola sobreviviente de las cinco puertas originales de la residencia.

Los Jardines -que en los últimos tiempos han sido profundamente remodelados y renovados- llevan desde el 6 de marzo de 2006 el nombre de Nicola Calipari, uno de los agentes del servicio secreto italiano que fue asesinado en Iraq a manos de soldados estadounidenses el 4 de marzo de 2005, justo cuando se liberó a la reportera de la revista “Il Manifesto”, Giuliana Sgrena.