Palacio Borghese

Su fachada principal se abre al Largo della Fontanella di Borghese, pero el palacio ocupa una manzana grande e irregular entre la Via di Ripetta, Via dell’Arancio, Via di Monte d’Oro, Via della Fontanella di Borghese, Via Borghese y la Piazza Borghese. El imponente tamaño del hermoso complejo arquitectónico, con grandes hileras de habitaciones suntuosamente decoradas, comunica la inmensa fortuna y la elevada posición social de la familia Borghese, originaria de Siena y protagonista de un ascenso arrollador en la sociedad romana. Cardenales, papas, políticos, generales, los Borghese fueron mecenas de las artes, y no solo: muchas de las obras que hoy admiramos en la Galería Borghese provienen del palacio.  

Llamado  “el címbalo” por su inusual forma que recuerda al antiguo instrumento musical, el edificio ha sido por mucho tiempo considerado una de las maravillas de Roma, junto con el Palacio Farnese, la “scala di Caetani” (la escalera de honor del actual Palacio Ruspoli) y el “portal de Carboniani” (el portal del Palacio Sciarra). Su historia comenzó en 1560, cuando monseñor Tommaso del Giglio encargó a Jacopo Barozzi dicho el Vignola la construcción de un palacete, que más tarde fue completado y ampliado por Martino Longhi il Vicchio por encargo del cardenal español Pedro Deza, el nuevo propietario del edificio. En 1596 el conjunto fue adquirido por el cardenal Camillo Borghese, que poco después había sido elegido papa con el nombre de Pablo V. Así, se iniciaron las nuevas obras de ampliación del edificio, primero a cargo de Flaminio Ponzio y luego de Carlo Maderno, Giovanni Vasanzio y, después, en 1670, Carlo Rainaldi. 

Un majestuoso portal entre dos columnas sobre el que descansa un gran balcón adorna la fachada principal del Largo della Fontanella di Borghese, la parte más antigua del complejo. Desde aquí se accede a un patio magnífico y monumental, decorado con estatuas antiguas y rodeado por un pórtico con un doble orden de columnas (96 columnas dóricas y jónicas); al fondo, el extraordinario “Baño de Venus”, un vasto ninfeo con estatuas, enredaderas y hermosas fuentes barrocas. Un segundo portal flanqueado por columnas, también coronado por un balcón y el escudo de armas de la familia, se abre en el centro de la fachada secundaria hacia la plaza Borghese: esta sección,  conocida como la “manga larga”, está compuesta por 24 ventanas que repiten las líneas arquitectónicas de la fachada principal. El ala occidental del palacio de la Via di Ripetta, con vistas al Tíber, tiene una pequeña fachada de dos plantas: llamada “teclado del címbalo” y se caracteriza por dos galerías voladizas: la primera está cubierta por un pasillo y la segunda sostenida por pilastras y columnas dóricas, entre persianas cerradas; la segunda es una terraza con jardín pensil.  

Paolina Borghese, esposa del príncipe Camillo Borghese y hermana de Napoleón Bonaparte, también vivió en el palacio y fue inmortalizada en la famosa escultura de Antonio Canova en la Galería Borghese. Desde los años 20, las salas de la primera planta han albergado el prestigioso Club de Caza; el ala Ripetta es sede de la Embajada de España desde los años 40.