Paseando por la zona del Vaticano, justo después de pasar los arcos del Passetto di Borgo hay una fuente que merece ser vista por su diseño y singularidad: así como la Fontana delle Tiare, su contemporánea, está dedicada al Rione Borgo y fue realizada en la década de 1920 según el proyecto del arquitecto y escultor Pietro Lombardi, ganador de un concurso convocado por la Municipalidad de Roma.
El blasón de la ciudad domina el centro de un pequeño arco de medio punto de travertino. Abajo, sobre un pedestal cúbico de travertino que soporta una pirámide de bolas de piedra, de la cual sobresale una máscara grande y rechoncha que vierte agua en la pila-abrevadero de abajo. Dos canutos de trasdós del arco alimentan los dos pilones laterales. Las balas de cañón de piedra del cercano Castel Sant’Angelo, fortaleza y guarnición militar de la ciudad durante muchos siglos, son las que actúan como tema principal de la composición. Cuando la fuente se construyó, el rasgo característico de las bolas de piedra se repetía hasta en las baldosas que limitaban el pilón de recogida del agua.
Sencilla y esencial en su originalidad, la fuente forma parte del conjunto de las fuentes artísticas comisionadas a Lombardi por la Oficina de Antigüedades y Bellas Artes del Gobernación de Roma, destinadas a abastecer y embellecer el centro histórico de Roma. Recordamos la Fuente de los Libros en el Rione Sant’Eustachio, la Fuente de las Ánforas en el Rione Testaccio, la Fuente de los Artistas en el Rione Campo Marzio, la Fontana delle Tiare en Borgo, la Fontana della Pigna en el Rione del mismo nombre, la Fontana dei Monti en el Rione Monti, la Fontana della Botte a Trastevere y la Fontana del Timone en el Rione Ripa.
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