La Pascua nos regala muchas sugerencias para prestar atención a recetas de la tradición culinaria romana. Recetas populares, auténticas, con productos sencillos y fáciles de encontrar. El ayuno y la moderación que caracterizan la cuaresma dejan lugar a los dulces tradicionales, a los huevos, cocidos y de chocolate, a las carnes de cordero con toda su simbología religiosa de renacimiento. La primavera está a las puertas. Es el momento adecuado para llevar a la mesa el color y los sabores de los productos de temporada que se asoman por los campos romanos: alcachofas, berenjenas, zanahorias y, desde principios de abril, guisantes, espárragos, judías verdes, apio y fresas. En esta cita queremos ser tradicionalistas y proponer una receta que difícilmente se podrá probar en el restaurante, pero que sin duda será un excelente punto de partida para una comida pascual según la tradición romana más antigua del siglo XIX: el "Brodetto Pasquale" (caldo pascual). Nosotros lo proponemos según la receta clásica, un poco trabajosa, pero riquísima... añadiendo los versos que se le dedicaron: il brodetto pasquale, è un brodo un po’ santo, è un brodo speciale de Pasqua sortanto: per questo è pasquale, infatti er sapore, dà pace e conforto e solo l’odore risuscita un morto (el caldo pascual es un caldo un poco santo, es un caldo especial sólo de Pascua: por eso es pascual, de hecho el sabor da paz y consuelo y sólo el olor resucita a un muerto).
La receta: brodetto pasquale Ingredientes y dosis para 4 personas: 500 g de carne de ternera 500 g de pecho o paletilla de cordero 6 yemas de huevo Zumo de limón al gusto Mejorana fresca al gusto Pimienta blanca Aceite de oliva virgen extra Queso pecorino romano Dop Sal al gusto
Preparación: Preparar un caldo con 500 g de carne de ternera. Después de aproximadamente media hora añadir a la olla 500 g de pecho o paletilla de cordero. Cuando el caldo esté listo, batir en un bol al menos seis yemas de huevo y diluirlas con zumo de limón mientras se siguen batiendo. Echar los huevos batidos en una cacerola grande, echando despacio el caldo caliente y mezclando con una cuchara de madera. Tras echar en la cacerola la cantidad necesaria de caldo, colocar el recipiente en la esquina del fuego, mezclando, de tal manera que el caldo se quede ligeramente denso. El calor no debe ser excesivo y el líquido nunca debe hervir. Por último se añade una pizca de mejorana fresca y una pizca de pimienta blanca. Tostar algunas rebanadas finas de pan, echar 3 o 4 en un cuenco y echar el caldo dejando caer encima una lluvia de queso pecorino romano dop.