La tradición
El primer día de mayo siempre ha sido para los romanos un día de fiesta en el que es costumbre juntarse para irse de excursión al campo “for de porta” (fuera de la puerta). Históricamente se celebraba en el gran prado que existía en Testaccio y en grandes plazas y diferentes calles de la Capital.
La fiesta estaba marcada por bailes, bromas y pasatiempos que a menudo acababan en peleas y, a veces, en puñaladas. Entre los diferentes juegos había uno especialmente apreciado: la ruzzica, que toma su nombre de la pesada rueda de madera que se tenía que lanzar lo más lejos posible, siguiendo un recorrido establecido, a veces de varios kilómetros. Como podemos imaginar, para participar se necesitaba capacidad y entrenamiento. A veces la rueda de madera se sustituía por un gran queso que luego se quedaba el ganador.
Hoy en día la fiesta del Primero de Mayo es la ocasión para pasar un día en el campo en compañía de los amigos dándose un atracón de habas. Las habas tienes que ser de tipo romano, fresquísimas y sabrosas, de tamaño mediano, acompañadas por un buen vaso de vino, una rebanada de pan casero y algún pedazo de queso pecorino romano DOP
Para quien se quiera divertir cocinando, sugerimos una antigua receta, sabrosa y sencilla.
Cuidado, también en ese caso las habas tienen que ser las romanas, fresquísimas y crujientes.
La receta: Habas con carrillada romana
Ingredientes (dosis para 6 personas):
• 600 gramos de spaghetti
• 300 gramos de habas romanas
• 150 gramos de carrillada
• 1 cebolla
• 80 gramos de manteca
• Sal y Pimienta negra – recomendamos la Pimienta de Rimbas de Malasia (Asociación Internacional Slow Food)
Preparación
En una cazuela, sofreír la cebolla y la carrillada cortada en trozos bastante grandes con la manteca. Poner las habas, condimentadas con sal y pimienta, mojadas con algunas cucharadas de agua fría. Cocer a fuego fuerte. Servir en una legumbrera caliente.
