Plaza y Palacio del Quirinale

La plaza está ubicada en la cima del monte Quirinale, la más alta de las siete colinas, llamada así porque allí se erigía el templo de Quirino o la ciudad de los Curi, donde, según la leyenda, se instalaron las Sabinas de Tazio.

En el centro de la plaza, sobre altos pedestales, se encuentran las colosales estatuas de los Dioscuri, Castore y Polluce, los hermanos gemelos divinos que sostienen sus caballos de patas por la brida; los grupos de mármol son reelaboraciones romanas de la Edad Imperial, de un original griego del siglo V a.C.

En el lado derecho de la plaza se encuentra la fachada del magnífico Palacio de la Consulta, erigido en 1732 por Ferdinando Fuga, encargado por el Papa Clemente XII para el tribunal de la Sacra Consulta y hoy sede del Tribunal Constitucional.

En la plaza, bajo la atenta mirada de los imponentes Corazzieri, se encuentra el Palacio del Quirinale que, desde 1946, es el símbolo de la vida de la República Italiana y la sede de la Presidencia de la República, después de haber sido, durante más de tres siglos, la residencia de verano de los papas y luego la residencia de los reyes de Italia.
El Palacio se encuentra en un lugar que, por su posición elevada y su particular salubridad, ha albergado desde la antigüedad núcleos residenciales e importantes edificios públicos y religiosos, entre los que se encuentra el Templo de Serapis, construido por Caracalla en el año 217 d.C., del que procede el grupo escultórico de los Dioscuros.

Con una superficie de 110.500 metros cuadrados, es el sexto palacio más grande del mundo, 20 veces más grande que la Casa Blanca, y una atracción turística por la belleza de su arquitectura, obra de Domenico Fontana, Carlo Maderno y Gian Lorenzo Bernini, que crearon aquí la encantadora Loggia delle Benedizioni, y dotada de un patrimonio único de arte, historia y cultura.

Sus colecciones de arte, famosas en todo el mundo, están compuestas por estatuas y pinturas antiguas y modernas, tapices de valor incalculable, carruajes de fina factura, relojes preciosos, cuyos ejemplos más antiguos datan de la época de Luis XIV, así como una amplísima colección de porcelanas, unas 38.000 piezas, que pueden considerarse entre las más prestigiosas a nivel internacional.
El inmenso patrimonio artístico se enriquece actualmente con el "Quirinale Contemporaneo", obras de arte contemporáneo italiano, firmadas por los grandes nombres del siglo XX: 36 pinturas y esculturas de los artistas más importantes y 32 objetos, concebidos por diseñadores italianos y producidos por empresas italianas, han encontrado un lugar permanente en los patios, salones y jardines del Quirinale.
Entre los nombres destacados de la nueva colección permanente: Giorgio de Chirico, Lucio Fontana, Arnaldo Pomodoro, Giacomo Manzù, Afro, Alberto Burri, Carla Accardi y Giosetta Fioroni. Entre los diseñadores: Gio Ponti, Piero Fornasetti, Franco Albini, Achille y Pier Giacomo Castiglioni, Vico Magistretti, Carlo Mollino, Gae Aulenti, Gaetano Pesce, Alessandro Mendini y Cini Boeri.

No hay que perderse los extraordinarios jardines de unas 4 hectáreas que datan del siglo XVI, que invitan a los visitantes a pasear entre sus geométricos parterres, la rica colección de especies arbóreas, los altos setos e incluso una espesa arboleda con amplias avenidas y encantadoras pérgolas. En uno de los miradores del parque se encuentra la elegante Cafetería, construida por el arquitecto Ferdinando Fuga en el siglo XVIII, desde cuya terraza se puede admirar la Fontana dell'Organo del siglo XVI, cuyo mecanismo, aunque modernizado, sigue funcionando perfectamente.

Uno de los momentos más esperados por los turistas y los ciudadanos es el cambio de guardia que realizan cada domingo los Corazzieri, una de las escoltas armadas más prestigiosas y espectaculares del mundo, con el acompañamiento musical de la Banda de la Guardia di Finanza.