Museo de Casal de' Pazzi

La historia del Museo de Casal de' Pazzi comienza con un colmillo de elefante.

Descubierta en 1981 durante las obras de urbanización de la zona de Rebibbia, inició una investigación arqueológica sobre un área de más de 1.200 metros cuadrados que sacó a la luz el tramo de un antiguo cauce fluvial.

En el yacimiento se descubrieron más de 2000 fósiles animales, pertenecientes a especies impensables hoy en el campo romano (el elefante antiguo, el uro, el hipopótamo, el rinoceronte), pero también un fragmento de cráneo y más de 1.500 artefactos de sílex que testimonian la presencia contemporánea de hombres.

El sitio se remonta a unos 200.000 años, y constituye el último testimonio de una extraordinaria serie de depósitos pleistocenos que llenaban el bajo valle del Aniene, destruidos por el avance estruidos por el avance de la ciudad.

El Museo es completado por las instalaciones que, a través de reconstrucciones 3D e interactivas, permiten presenciar la inundación del antiguo lecho del río Aniene y explorar el paisaje de hace 200.000 años, en el ambiente del paleolítico, entre los grandes elefantes que poblaban el área de Roma en aquella época.

El itinerario de visita prevé la vista del yacimiento desde lo alto de una pasarela. La iluminación natural destaca grandes rocas rosadas y restos fósiles: colmillos largos hasta 4 metros, dientes, vértebras. Es el paisaje "arqueológico", lo que queda después de la excavación.

El área exterior del Museo propone una reconstrucción del conjunto florista que podía caracterizar las orillas del Aniene hace unos 200.000 años que se revivirá recorriendo un sendero azul que recuerda una ruta fluvial.A febrero 2019 también se añadió una obra de arte callejero en la pared perimetral exterior: El Mural Reflejos de Jerico Cabrera Carandang, que reconstruye de manera visionaria e implicando el ambiente natural del lugar donde hoy surge el Museo.