Acueducto Virgen en vía del Nazareno

Los restos arquitectónicos de Via del Nazareno constituyen el tramo más importante aún visible del trazado urbano del Acueducto Virgen.

Construido por orden de Agripa en el año 19 a.C., desde la fuente, situada cerca del Casale di Salone en el kilómetro 10.500 de via Collatina, el acueducto penetraba en las murallas de la ciudad a la altura del Muro Torto y terminaba con una exposición monumental en las Termas de Agripa.

Entre todos los acueductos, extraordinarias obras de genio de los antiguos romanos, el Acueducto Vergine es el único que sigue en funcionamiento: aún hoy, después de milenios, abastece algunas magníficas fuentes barrocas en Roma, como la Fontana de Trevi, las fuentes de Piazza Navona y la Barcaccia en Piazza di Spagna.

Precisamente a la altura de la actual Piazza di Spagna, el acueducto, hasta entonces subterráneo, salía a la superficie y continuaba sobre arcos elevados de los que, además de los restos de via del Nazareno, hoy son visibles también los de via del Bufalo.

El tramo de via del Nazareno consta de un fórnix, construido por orden de Claudio en el 46 a.C. a caballo sobre una antigua vía de la Regio VII: los pilares y el arco están formados por un elemento de sillería realizado con grandes bloques de peperino, mientras que el marco, hoy perdido, debió ser de travertino.

La inscripción dedicatoria, que atribuye las obras de construcción a Claudio, todavía es claramente visible a ambos lados de la estructura y dice: TI(BERIUS) CLAUDIUS DRUSI F(ILIUS) CAESAR AUGUSTUS GERMANICUS PONTIFEX MAXIM(US) TRIB(UNICIA ) POTEST(ATE) V IMP(ERATOR) XI P(ATER) P(ATRIAE) CO(N) S(UL)DESIG(NATUS) IIII ARCUS DUCTUS AQUAE VIRGINIS DISTURBATOS PER C(AIUM) CAESAREM A FUNDAMENTIS NOVOS FECIT AC RESTITUT (Claudio, hijo de Druso, César Augusto Germánico, pontifex maximus, investido con el poder tribunicio por quinta vez, aclamado emperador por undécima vez, padre de la patria, cónsul designado por cuarta vez, reconstruido y restauró desde los cimientos los arcos del acueducto Acqua Vergine, dañados por Cayo César (Calígula).

La cita probablemente se refiere a la construcción de un anfiteatro deseado por Calígula, pero nunca terminado, que había dañado parcialmente el acueducto. A la muerte de Calígula, Claudio, su sucesor, demolió el anfiteatro para restaurar el acueducto.

Cuando el emperador Adriano restauró también todo el trazado, el arco del Nazareno fue reforzado con un revestimiento de mampostería y, en una época posterior, el conducto se elevó más de 1 metro respecto al plano original.